HISTORIA DEL CAFÉ EN VENEZUELA (Grupo 1).
El café ha
sido de valiosa importancia para la economía venezolana, en sus inicios ayudó a
incrementar los ingresos nacionales gracias a la demanda del producto.
Venezuela fue un gran exportador de café y cacao durante los primeros años del
siglo pasado, marcando una pauta especial gracias a su calidad de renombre
internacional. Sin embargo con el proceso petrolero poco a poco fue reduciendo
su área de siembra.
El primer cafeto llegó a
Venezuela, sembrado por misiones españolas asentadas en la cuenca del río
Caroní en 1730. Fue más tarde, por los años 1784 cuando se hizo la primera
plantación de café en los jardines de la aldea de Chacao, en la célebre
Hacienda La Floresta, Blandín propiedad de Bartolomé Blandin, o Blandain, como
al parecer era el nombre correcto y San Felipe Neri. Poco a poco, el café fue
desplazando al cacao como el principal rubro de exportación de la economía
venezolana.
El café cambió
favorablemente las condiciones de vida de los pueblos andinos especialmente de
Mérida, mejorando todos los aspectos sociales y de infraestructura del estado,
abriendo caminos y canales fluviales; así como el comercio e intercambio con el
puerto de Maracaibo a través del cual se exportaba el producto a Europa y
Norteamérica para luego regresar los agricultores con productos y tecnologías
importados de esas naciones.
La expansión
del cultivo del café en Venezuela, se inscribe dentro de un escenario de
grandes cambios en la producción y el consumo. Desde inicios del siglo XIX el
consumo mundial de café se había incrementado rápidamente, especialmente en
Estados Unidos, que importaba a principios del siglo unos 100.000 sacos
anuales, menos del 10% de consumo mundial, elevándose al 30% entre 1855-1859 y
al 40% entre 1880-1890. Notables crecimientos del consumo también se observaban
en Alemania y Francia.
Venezuela como
productor histórico de café
Hasta 1895
Venezuela ocupaba el tercer lugar entre los mayores productores mundiales de
café, seguido por Brasil y las Indias Holandesas. Para ese momento, el país
producía entre el 6,5 y el 6,7 por ciento de la producción mundial, y entre el
15 y el 16 por ciento del total mundial de los cafés suaves. Al año siguiente,
en 1896, Venezuela se convirtió en el segundo productor mundial y en el primero
entre los grandes productores mundiales de café suave. Después vino el descenso
en caída libre: en 1920 descendió al tercer lugar, en 1925 al cuarto, en 1931
al quinto, en 1932 al sexto, en 1933 al octavo. En 1979, y así fue durante todo
el quinquenio 1979-1984, Venezuela incumplió la cuota de exportación que la
Organización Internacional del Café (OIC) le había asignado. Las escasas
estadísticas disponibles, muchas de ellas no comparables entre sí, evidencian
claramente el estado de debilidad de la economía cafetalera nacional.
Hoy en día, el
gobierno Venezolano exporta su producción de café a los países árabes y
euroasiáticos, con la finalidad de convertirse en una potencia en el rubro del
café; además de convertirlo en una alternativa rentable de vida para los
caficultores y un producto de consumo y disfrute para los venezolanos.
El cultivo del café se extiende
en casi toda Venezuela. Los principales Estados productores de café son: Lara,
Portuguesa, Táchira, Mérida, Trujillo, Monagas, Sucre, Yaracuy. Biscucuy es el
primer productor nacional de café, luego le sigue Rubio, Guárico, Chabasquén,
Boconó y Ospino.
INTRODUCCIÓN DEL CAFÉ EN VENEZUELA (Grupo 2).
Cupo en suerte
a las ubérrimas tierras adyacentes al caudaloso Orinoco, recibir en sus
entrañas calientes las primeras semillas de café introducidas en Venezuela, por
los Misioneros Castellanos, allá por los años 1730 a 1732. Se cree que fue el
misionero José Gumilla, autor del "Orinoco Ilustrado y Defendido"
quien introdujo y sembró las primeras semillas en terrenos de su misión, cuando
afirma: "El café, fruto tan apreciable, yo mismo hice la prueba, lo
sembré, y a propósito para dar cosechas de este fruto". Fue más tarde, por
los años 1783 a 84, que se hizo la primera plantación de café en los jardines
de la Aldea de Chacao, en la célebre hacienda "La Floresta", que hoy
lleva aún este nombre; Blandín, hoy Country Club y San Felipe, hoy Urbanización
La Castellana.
Fue el
presbítero Pedro Ramón Palacios y Sojo, quien en compañía del Presbítero García
Mohedano, fundó la primera plantación de café en Venezuela y la primera escuela
de música, pues amaban tanto a ésta como a la naturaleza. En efecto, por una de
aquellas casualidades, como en el caso de la denominación de América para este
Continente, en honor de aquel Américo Vespucio que fue de escasa figuración en
el descubrimiento de América, se atribuye solo al Presbítero Antonio José
García Mohedano, la primera siembra comercial de café en Venezuela, cuando
tanto éste, como el Presbítero Palacios y Sojo tuvieron igual participación en
el memorable hecho, así fue como en el año 1799, poco antes de morir el Padre
Palacios, deja herederos universal de sus bienes a la Congregación de Padres
Neristas y por Administrador de su hacienda a Don Martín Tovar Ponte. Fue,
pues, en la hacienda de propiedad del Presbítero Palacios y Sojo, en donde
sembraron los primeros cafetos en escala comercial y fue igualmente allí en
donde se celebró la degustó de la primera taza de café, preparada con los
primeros frutos cosechados en la plantación nombrada, acto que fue amenizado
con partituras de Mozart Pleyel y Haydh, fiesta bellamente descrita por
Arístides Rojas y Luis Correa, a quien tantas páginas memorables debe
Venezuela.
Venezuela fue
un gran exportador de café y cacao durante los primeros años del Siglo pasado
marcando una pauta especial gracias a su calidad de renombre internacional,
luego con el proceso petrolero poco a poco fue reduciendo su área de siembra,
sin embargo y a pesar de tantas dificultades, el café representa un rubro muy
valioso para la economía primaria de miles de caficultores que viven gracias al
cultivo del café
El primer
cafeto llegó a Venezuela, sembrado por misiones españoles asentadas en la
cuenca del río Caroní en 1730, traído desde Brasil, a donde había llegado a su
vez desde Surinam o Cayena. Allí lo recibieron, asimismo, de Martinica y
Guadalupe. El café, bebida muy relevante en el cambio de las condiciones de
vida de los pueblos y como producto de exportación paso a ser fundamental
integrante.
EXPANSIÓN DEL CULTIVO EN VENEZUELA (Grupo 3).
El cultivo del
café se extendió a San Antonio, Las Minas y los valles de Aragua a partir de
1784, pasando luego a las provincias de Carabobo y Barcelona. En 1776 se
observaron cultivos en Cumaná y Río Caribe. En 1780 el cultivo se extendió al
occidente, difundiéndose en tierras andinas: en Mérida, donde a pesar de una
temprana introducción, probablemente antes de 1777, comenzaron a fundarse
plantaciones después de la Guerra de Independencia; en Táchira, gracias a la
iniciativa de Gervasio Rubio, quien lo introdujo en 1794 a la hacienda La
Yegüera, en las inmediaciones de la población que más tarde, en 1855, sería
llamada Rubio; en Trujillo, probablemente introducido por Francisco de
Labastida en 1801, y siguiendo por los Andes tachirenses, el cafeto continuó su
viaje hasta Colombia, penetrando por Cúcuta y Salvador de las Palmas. Hacia
1809, según José Domingo Rus, en su descripción geográfica de la provincia de
Maracaibo, en Mérida abundaba el café, en Táchira se daba mucho, y en Trujillo
ya había algún café. Poco a poco el café fue desplazando al cacao como el
principal rubro de exportación de la economía venezolana. El cacao, que había
reinado casi solitario en la escena económica nacional entre la segunda mitad
del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII, declina visiblemente en su
predominio desde principios del XIX. Hacia 1830, la sustitución del cacao por
el café ya es un hecho que se expresa por un doble desplazamiento: el del
cacao, que se traslada desde el centro al occidente y, particularmente, al
oriente del país, convirtiendo a Carúpano en el principal puerto de exportación
de cacao en Venezuela y en una de las plazas comerciales más importantes del
país; y el del café, del centro a los Andes, valorizando a las laderas,
dinamizando económica y políticamente a las tierras andinas, especialmente al
Táchira, y dando un enorme impulso al puerto de Maracaibo, que actuaba como la
salida natural de las exportaciones cafetaleras de la región andina y del
departamento colombiano del Norte de Santander. La expansión del cultivo del
café en Venezuela se inscribe dentro de un escenario de grandes cambios en la
producción y en el consumo. Desde inicios del siglo XIX el consumo mundial de
café se había incrementado rápidamente, especialmente en Estados Unidos, que
importaba a principios del siglo unos 100.000 sacos anuales, menos del 10% de
consumo mundial, elevándose al 30% entre 1855-1859 y al 40% entre 1880-1890.
Notables crecimientos del consumo también se observaban en Alemania y Francia.
El desarrollo de la agricultura andina tuvo una enorme repercusión económica y
política en el país: incorporó a la producción tierras hasta ese momento
inexplotadas de la zona montañosa del nor-occidente, reforzó la pequeña
propiedad agrícola andina, dinamizó una región deprimida, estimuló los flujos
importadores de Colombia, incorporó al Táchira al escenario político
venezolano, fortaleció la red urbana andina e indujo cambios en las formas de
vida. Y dinamizó igualmente a la región zuliana, especialmente a Maracaibo. Hacia
1841 vivían en Maracaibo unos 60 comerciantes alemanes. Algunos se dedicaban a
la explotación y comercio de la madera. Y otros a la exportación de café, de la
que fueron casi pioneros, junto con otras casas comerciales extranjeras, como
las italianas Riboli y Abbo. Hacia 1870 las firmas alemanas Minlos, Breuer (más
tarde, en 1896 Breuer, Möller y Co.), Steinvorth; Van Dissel Thies (luego Van
Dissel Rode), Blohm, Schmilinski, Feuner, etc., controlaban la exportación de
café desde Maracaibo, extendiendo sus redes comerciales por el estado Táchira,
otros estados andinos, y hasta Cúcuta y Bucaramanga. Desde sus casas centrales
en Maracaibo, establecieron sucursales en San Cristóbal, Rubio, Valera, Sabana
de Mendoza, Motatán, etc. Pero no sólo eran exportadores, sino también
importadores, prestamistas, almacenadores, transportistas, aseguradores,
consignatarios, etc. A finales del siglo XIX, según Herwig, el comercio
exterior desde Maracaibo estaba controlado por cinco casas comerciales
alemanas: Blohm, Breuer, Van Dissel, H. Bornhorst y Schon-Willson.
REPERCUSIONES ECONÓMICAS DE LAS CRISIS MUNDIALES SOBRE LA VENEZUELA CAFETALERA. (Grupo 4).
La crisis de
1825, que deprimió económicamente a la Gran Bretaña, redujo el precio del
quintal de café en Venezuela de 11 pesos en 1825 a 7,50 en 1827, cuando el peso
del quintal oscilaba entorno a los 9 pesos. Entonces, muchos productores
prefirieron dejar perder los frutos sobre los arbustos del café.
La crisis de
1836, provocada por la desmedida exportación de oro de Inglaterra a los Estados
Unidos. Y las medidas tomadas por el Banco de Inglaterra para frenarla, así
como sus efectos sobre el mercado financiero de Nueva York, trajeron consigo el
derrumbe de los precios del café‚ en los años sucesivos, hasta principios de
1840.
La crisis de
1857, que afecto a Inglaterra, Francia y los Estados Unidos, iniciada a raíz de
la disminución de los beneficios de la exportación de las minas de oro de
California y de Australia y de ciertas líneas de ferrocarril, por cierto crisis
ocasionó en Venezuela la caída de los precios del café‚ en un 20 por ciento,
del azúcar en un 50 por ciento y de los cueros en un 70 por ciento. El cierre
casi total del mercado exterior para las exportaciones venezolanas dejó como
saldo una balanza comercial desfavorable y un aumento en la deuda, tanto
interna como externa.
La crisis de
1882, iniciada con la quiebra financiera de la Unión Genérale francesa,
difundiéndose sus efectos negativos a muchos otros bancos e industrias
europeas, sacudió a la bolsa de Nueva York entre 1882 y 1884, lo que llevó a la
quiebra a 404 bancos. Sus consecuencias fueron desastrosas para la economía
venezolana: baja en los precios internacionales del café‚ disminución del
numerario circulante y, particularmente, de los ingresos por derechos de
importación que, según la Memoria de Hacienda 1884-85, " constituye la
primera base de existencia del Tesoro Público" La crisis de 1890, que
estallo en París con el escándalo de Panamá y del ring del cobre, llevó a la
quiebra parcial a la Casa Baring Brothers, removió al mercado financiero
francés, inglés, italiano y estadounidense. Y se extendió hasta 1896, cuando se
presento una severa crisis mundial de la sobreproducción de café‚
particularmente por la intensa competencia del café‚ brasileño. En Venezuela,
estas crisis provocaron una drástica reducción de los precios de exportación
del café‚, que duró hasta 1908. Además esos años fueron aciagos para el país,
ya que además, según R. J. Velázquez (1973), se produjeron dos revoluciones, un
ataque de viruela, una plaga de langostas y una larga sequía. La baja de los
precios del café‚ hizo perder el crédito internacional del país, y ocasionó la
paralización de las aduanas y una drástica reducción en las ventas que llevó a
la quiebra a muchos comerciantes. A finales de 1898, ante la gravedad de la
crisis, el gobierno de Andrade sometió a la Cámara de Comercio de Caracas tres
soluciones para superarla: la emisión de papel moneda, la acuñación de monedas
de plata y el incremento de un 25% en las tarifas de aduana. Prudentemente, la
Cámara escogió la tercera medida.
4)
Las
Siete Hermanas (Grupo 5).
Las Siete
Hermanas de la Industria petrolera creada por Enrico Mattei, padre de la
industria petrolera moderna italiana y presidente de ENI, para referirse a un
grupo de siete compañías que dominaban el negocio petrolero a principio de la
década de 1960. Mattei empleó el término de manera irónica, para acusar a
dichas empresas de cartelizarse, protegiéndose mutuamente en lugar de fomentar
la libre competencia industrial, perjudicando de esta manera a otras empresas
emergentes en el negocio.
Debido al
desmembramiento de la Standard Oil, ordenado por el gobierno de los Estados
Unidos a principios del siglo XX, se forman tres nuevas compañías, que junto a
otras cuatro grandes del resto del mundo, conformarán las Siete Hermanas. Con
un dominio casi total de la producción, el refino y la distribución petrolera,
el acuerdo entre ellas les permitió aprovechar con ventaja una demanda
rápidamente creciente a nivel mundial y consecuentemente, obtener enormes
ganancias. Con una notable organización y coordinación, estas siete compañías
tuvieron un control completo del circuito petrolero gracias a su enorme
influencia sobre los gobiernos de los países productores. No fue sino hasta
1960, con la creación de la OPEP y su posterior fortalecimiento durante la
década de 1970, cuando la influencia de las Siete Hermanas comenzó a mermar.
Las Siete
Hermanas eran las siguientes empresas:
1.
Standard
Oil of New Jersey (Esso), que al fusionarse con Mobil formó ExxonMobil (Flag of
the United States.svg Estados Unidos).
2.
Royal
Dutch Shell (Flag of the Netherlands.svg Países Bajos, Flag of the United
Kingdom.svg Reino Unido).
3.
Anglo-Iranian
Oil Company (AIOC), luego conocida como British Petroleum (BP) (Flag of the
United Kingdom.svg Reino Unido).
4. Standard Oil of New York, luego
conocida como Mobil. Hoy en día se encuentra fusionada y es parte de
ExxonMobil (Flag of the United States.svg Estados Unidos).
5. Standard
Oil of California, luego conocida como Chevron. Se fusionó posteriormente con
Texaco para formar ChevronTexaco. Actualmente su nombre es Chevron Corporation
(Flag of the United States.svg Estados Unidos).
6. Gulf
Oil Corporation, que en 1985 fue adquirida casi totalmente por Chevron,
mientras que la otra parte de las acciones quedó en poder de BP (Flag of the
United States.svg Estados Unidos).
7. Texaco,
que se fusionó con Chevron en 2001. Esta fusión fue conocida durante algún
tiempo como ChevronTexaco, pero en 2005 cambió su nombre nuevamente a Chevron.
Texaco es ahora una marca de Chevron Corporation (Flag of the United States.svg
Estados Unidos).
Debido a estas
fusiones empresariales hacia 2005 sólo sobrevivían cuatro de las Siete
Hermanas: ExxonMobil, Chevron, Royal Dutch Shell, y BP. Sin embargo, el capital
conjunto de estas cuatro megacorporaciones es inmensamente superior al que
poseían las originales Siete Hermanas.
Una vez
terminada la Segunda Guerra Mundial, estas compañías lucharon por apoderarse
del control del negocio petrolero global; sin embargo, sus esfuerzos aislados
no rindieron fruto sino que por el contrario, la lucha entre ellas era
desventajosa para todas. Por ello decidieron coordinar los esfuerzos y
repartirse el mercado: para 1960 habían conformado un verdadero cártel
petrolero. La fundación de la OPEP, gracias a las gestiones realizadas por Juan
Pablo Pérez Alfonzo, ministro petrolero venezolano, ante los gobiernos de
Arabia Saudita, Irán, Irak y Qatar, vino a equilibrar el juego de oferta y
demanda petrolera mundial.
5)
GRAN DEPRESIÓN DEL CAPITALISMO (1929-1933).
Los años
veinte fueron buenos para los Estados Unidos, como dice Galbraith, “los más
ricos se enriquecieron mucho más deprisa que los pobres dejaron de serlo”.
Además los norteamericanos desplegaron un asombroso afán de enriquecerse
rápidamente y con un mínimo esfuerzo. El ánimo especulativo fue creciendo día a
día, y en el caso de Florida, donde hombres del norte se lanzaron a comprar
terrenos que aumentaban de valor sin motivos aparentes, es una prueba de
ello.
El 24 de
octubre de 1929 es conocido como “jueves negro” porque se produjo una quiebra
del mercado de valores de Nueva York, que provocó un prolongado período de deflación
(la caída de la producción, la acumulación de stocks, el desempleo masivo, la
contracción del comercio mundial y la ruptura del sistema de pagos
internacionales marcaron la coyuntura en la mayoría de países capitalistas
avanzados). Los negocios eran rápidos y
beneficiosos. Había muchos pequeños ahorradores que decidieron invertir, e
hicieron de ello su forma de vida. Los agentes de bolsa prestaban a sus
clientes tomando como garantía los propios títulos comprados, y, a su vez,
pedían prestado a los bancos para comprar esos títulos, pues con las ganancias
de la bolsa se podía pagar los créditos y sus intereses.
El paro en el
trabajo superó los 12 millones en EEUU, siete millones en Alemania y tres
millones en Gran Bretaña. La producción industrial cayó entre 1929 y 1932 un 38
por ciento a escala mundial, y un 50 por ciento en EEUU. Galbraith («El crac
del 29», 1955) distingue entre el crac propiamente y lo que él llama la «Gran
Crisis», período este último que se prolonga hasta 1939.
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ResponderEliminarHOLA, BUEN DÍA, EXCELENTE APORTE, NECESITO EL OBJETIVO 3 COMPLETO, QUE HABLA DEL GUZMANCISMO Y TODO ESO
ResponderEliminarHOLA, BUEN DÍA, EXCELENTE APORTE, NECESITO EL OBJETIVO 3 COMPLETO, QUE HABLA DEL GUZMANCISMO Y TODO ESO
ResponderEliminarQue hay
EliminarHola buenos días necesito el objetivo 3 completo
ResponderEliminarhola como esta necesito el obj 1 que habla de explicar como fue una contextualizacion necesaria del eje del cafe todo completo
ResponderEliminarConclusión
ResponderEliminarY introducción